Esta actividad es un resumen o más bien una reflexión
sobre el taller cooperativo de comunicación literaria que realizamos en
clase en la sesión anterior.
Antes de comenzar el taller,
debíamos escoger un libro o texto folclórico
para una determinada edad y una
de las estrategias de las que aparecen en el bloque 3 (cuentacuentos, narración
con libro o lectura)
En mi caso, lo primero que escogí
fue el libro: “Donde viven los monstruos “
El motivo que me llevó a esta elección fue que días
antes tuve la oportunidad de usarlo en
clase y me pareció impresionante
la forma en la que te sumerge en el maravilloso mundo de los monstruos. He tenido el
privilegio de utilizarlo en
diferentes niveles y he podido ver como en todos consigue dejar huella. La magia que desprende es tan
grande que hace que todos podamos formar parte de aquella noche en la que Max
se puso su traje de lobo.
“Donde viven los monstruos”, es todo
un clásico de la literatura infantil, fue creado por Maurice Sendak y publicado por primera vez en el año 1963. Desde mi
punto de vista, lo que consigue que este libro sea tan
alucinante es que está pensado
artísticamente hasta con el más mínimo
detalle. El formato, la atmósfera mágica que desprende cada página, la tensión
argumental y la combinación de palabras
hacen que todos, independientemente de nuestra edad, podamos entrar en el lugar donde viven los
monstruos.
A continuación, os expongo un
breve resumen acompañado de algunas imágenes para todos los que no lo
conozcáis:
Todo comenzó el día que Max se puso su disfraz de lobo y le entraron unas ganas irrefrenables de hacer
travesuras, y entonces su madre le llamó «¡MONSTRUO!» y Max le contestó «¡TE
VOY A COMER!». Y lo castigaron enviándolo a la cama sin cenar.
Nada más llegar a su habitación Max noto una extraña transformación, su cuarto
empezaba a convertirse en un bosque cada vez más tupido y agreste. Dentro del
bosque, comenzó a formarse un océano, por el que pudo navegar hasta llegar a la Tierra de los Monstruos.
Cuando llegó al lugar donde viven
los monstruos, lejos de asustarse de
ellos los dominó con el truco mágico de mirar fijamente a sus ojos
amarillentos. Y entonces, le nombraron el rey de todos los monstruos.
Pero finalmenet Max
se dio cuenta de que necesitaba estar con alguien que le quisiese más que a
nadie, y decidió volver a casa, donde le estaba esperando su cena que todavía
estaba caliente.
Como ya he explicado
anteriormente, yo he usado este cuento
en diferentes cursos e incluso os podría decir que es uno de mis preferidos,
creo que encaja con cualquier edad porque todos podemos simbolizar (aunque de
diferente manera) la historia que se
desarrolla. Finalmente, me decidí por proponerlo para 5 años,
considerando que es a esta edad cuando mejor se pueden identificar con Max, el protagonista (un niño travieso e
impulsivo, que a pesar de sus rabietas
se da cuenta de que necesita el cariño
de sus padres).Además, los temas y los sentimientos que aparecen ( el
autocontrol, las rabietas, la figura de los padres, la consecuencias de las
conductas, el deseo/miedo por los
monstruos etc.) son compresibles y
parten de los intereses de la edad propuesta.
Una vez elegida la edad comencé a
pensar la estrategia y rápidamente me
vino a la cabeza:
¡ La lectura!.
Como se expone a lo largo de esta asignatura, en esta edad los niños se
encuentran en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por
conocer, y ven las letras como un código secreto que les permite
introducirse en un mundo
fantástico. Con esta elección no busco
ni mucho menos que los niños lean o aprendan a leer, simplemente considero que
es importante responder a los
intereses del momento en el que se encuentran.
Después de mi elección, me di cuenta de que el libro parece que está hecho apropósito para utilizar esta estrategia. La conjunción
entre las palabras y las imágenes hacen que ellos puedan asociarlas, la letra
es completamente legible (clara y con un tamaño adecuado) y las imágenes se van haciendo más grandes y
el texto va desapareciendo en el momento que
Max se va a introduciendo en el lugar donde viven los monstruos (de
esta forma ellos pueden simbolizar su propia visión de este lugar). Todo esto, hace que a mi
parecer, este cuento encaje como anillo al dedo con la estrategia de lectura.
Una vez que os he contado mis
elecciones y los motivos que me han llevado a ellas, os voy a exponer como
sentí el momento de la lectura:
Lo leí en mi grupo con mis
compañeras, Claudia y Silvia. Al comenzar, estaba muy nerviosa y aunque ellas
no me dijeron nada yo misma me notaba bastante temblorosa. Fue a partir de la
segunda hoja cuando todos mis nervios
fueron desapareciendo y empecé realmente a disfrutar de la historia.
Finalmente, acabé pensando que me hubiese gustado poder contarlo otra vez (es
está sensación de incertidumbre y nervios que al final te acaba encantando y quieres
volverla a repetir).
Durante mi lectura, noté a mis compañeras muy
atentas, y al acabar me dijeron que el libro les había encantado y que las
imágenes eran realmente llamativas. También, me ayudaron con una crítica constructiva:
en el libro aparecen cuatro hojas sin
texto, y yo cometí el error de añadir comentarios para intentar llenar ese
vacío. Gracias a ellas, comprendí que éstas estaban hechas aposta para que cada
uno imaginase libremente lo que sintiese. Estoy acostumbrada a añadir algún
comentario en las hojas sin texto para
captar la atención de mis oyentes y
gracias a este taller he aprendido que a veces es necesario dejar que nuestra mente simbolice libremente.
A la hora de realizar esta
lectura delante de mis alumnos, lo
practicaría varias a veces para sentirme más segura, aunque creo que con ellos
siempre sientes más tranquilidad que con los adultos ( piensas
que no te van a juzgar). Otro aspecto que considero importante, es leer el
cuento de forma pausada, clara y
vocalizando (pero sin exagerar). Durante
la lectura de este bloque, he aprendido
que la voz elevada nos puede servir para expresar sorpresa o atemorizar
y la voz baja para indicar secreto, intriga o emoción.
Al finalizar, plantearía las siguientes preguntas:
. ¿Cómo os imagináis el lugar
donde viven los monstruos?
. ¿Os gustaría poder ir ?
. ¿Cómo creéis que se sintió Max
cuando llegó? ¿Sintió miedo al ver a los monstruos?
. ¿Qué os parece que Max quiera
volver a casa? ¿Por qué creéis que puede ser? ¿ Vosotros querríais volver?
Durante la sesión presencial
Irune nos explicó que las preguntas nunca deben ir encaminadas a ver si el niño
ha entendido o no el cuento, sino que éstas nos deben dar a nosotros, los
maestros la información necesaria para saber qué han entendido. De esta forma, nos
daremos cuenta si el cuento es adecuado a su desarrollo evolutivo.
Conclusión:
Este taller me ha parecido muy
divertido y práctico para mi aula . La
metodología activa que hemos usado para
aprender las estrategias ha conseguido que aprenda de verdad éstas y no sean una simple
memorización. Otro de los aprendizajes
para mí más importantes que he desarrollado a lo largo de esta actividad es a
tener más seguridad en mi misma, antes de empezar a leer el cuento, estaba nerviosa y asustada pensando que no lo
iba a hacer como mis compañeras esperaban, sin embargo al finalizar la lectura
me di cuenta de que lo había hecho mucho mejor de lo yo mima podía imaginar. Desde
mi punto de vista, la seguridad en
nosotros mismos a la hora de utilizar
cualquier estrategia es fundamental.
Por otro lado, el haberla hecho en grupo me ha permitido aprender no solo de mis errores sino de los de mis
compañeras. He aprendido que no hay que cambiar las entonaciones con los
diferentes personajes ( es prácticamente imposible que sepamos poner la misma cada vez que hable el personaje), tampoco debemos añadir moralejas a nuestros
cuentos, de esta forma estaríamos induciendo a una enseñanza y el cuento
perdería su carácter literario. Y como ya he dicho anteriormente, las hojas sin
texto debemos leerlas en blanco para que cada uno añada en su mente aquello que
le transmite.
Como reflexión final, solo
puedo decir que me ha encantado el
taller, me ha hecho aprender de una forma activa y participativa y que sin duda utilizaré este tipo de talleres
en mi aula con mis alumnos.
Muchas gracias!!
Os dejo una frase de su autor:
“No escribo para niños. Escribo y alguien dice “ Eso es para niños”. Yo
no me propuse hacer a los niños felices o hacerles la vida mejor o más fácil” (
Maurice Sendak)
.Sendak,
M. (2015). Donde viven los monstruos. Pontevedra: Kalandraka
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
.Herrero, J. Módulo docente de psicología de
la educación (2016). Madrid: La Salle.
.Labajo,
I. Módulo docente de Literatura infantil. (2017). Madrid: La Salle.
Un trabajo genial Alejandra. Un placer leer tu blog.
ResponderEliminarHas ido enlazando un tema tras otro y nos has dado un razonamiento maravilloso de tu elección y de tus sentimientos. Está muy bien redactado; el vocabulario y el uso de los signos de puntuación que usas hacen que te sumerjas en la lectura.
Has razonado fenomenalmente la elección de la edad a la que la dirigirías y lo has relacionado con la teoría del curso. Con 5 años les gustan las aventuras y Max es un niño como otro cualquiera, hace travesuras y le gustan las aventuras. A los niños les será muy fácil identificarse con él.
Quizá podías habernos contado algo más sobre cómo lo leíste en clase. ¿Les hacías comentarios sobre las imágenes o simplemente veían las ilustraciones? ¿Usaste alguna fórmula de inicio y de final? Las preguntas que lanzarías después de la lectura me parecen perfectas. Ayudan a que ellos desarrollen su imaginación, a que verbalicen sus imágenes mentales del mundo de los monstruos y a crear una tertulia sobre el tema.
Muy buena tu conclusión, con mucho sentimiento y explicándonos, punto por punto, los beneficios que ha tenido este taller.
He disfrutado con tu entrada. Mil gracias por compartirla.
Muy bien, Mercedes.
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario Mercedes, me alegro que te haya gustado!!
ResponderEliminarPues es que al usar la estrategia de lectura me limité a leer el texto, excepto en las hojas en las que solo habían imágenes, que incluí algún comentario. Algo que al finalizar la actividad y gracias a mis compañeras aprendí que no estaba del todo bien, ya que éstas están hechas para que ellos imaginen por sí mismo lo que sientan.
Perfecto, Alejandra.
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